Ireneo: “Estuvimos allí más de 700 jóvenes, yo ya había estado en Montelimar y Quito pero para muchos jóvenes fue su primera vez. Duró cuatro días y fue en el complejo hotelero de lujo, Hotel Riu, en Guanacaste, Costa Rica, en la zona de playas… pero fue tan intenso el encuentro que no pude ni ir a la playa. Todos los días empezábamos bien temprano, a las 7 am,  con una eucaristía al aire libre, más de 200…. Después de la eucaristía teníamos nuestra oración de más de 700 personas que era algo increíble! A lo largo del día había diferentes sesiones impartidas por grandes hermanos como David Mijares, Lucas Pérez, Luis Manuel Bravo y otros hermanos entrañables de la EDE. Hubo algunos días que tuvimos talleres específicos para matrimonios, jóvenes que estaban buscando cuál era su vocación: consagrad@, Siervo de la Palabra, si el Señor me está pidiendo hacer la Brecha, talleres para profesionales también… Y cada noche teníamos normalmente una fiesta organizada cada día por una comunidad que se encargaba de la actividad: baile, obra de teatro… y acababa con concierto, incluso de los Siervos de la Palabra y por eso se terminaba bien tarde. El encuentro Estoy a la puerta y llamo tenía como objetivo que, cada uno de los 700 jóvenes, tuviera un encuentro con el Señor”. “Sentía que son tiempos difíciles para los jóvenes, pero que se están manteniendo firmes…”. “Vosotros brilláis como estrellas en la oscuridad, aunque la noche sea oscura”. “El Señor me envía a conquistar en mi lugar de trabajo: a orar por ellos, a retarles, a llevar símbolos cristianos que den razón de mi fe”

 

Gabriel: “Dios o el Maligno tendrá poder sobre mí en la medida que lo permitamos, que queramos…”

 

María Castillo: “Lo que más me ha gustado de este encuentro ha sido la hermandad que te hacían sentir como en casa, con cada oración, cada charla, cada actividad…, con hermanos que creían lo mismo que tú…”. “Jesús nos da la libertad de abrirle la puerta y dejarle que entre en nuestra vida…”

 

Leire: “La conferencia era para mayores de 17 años, y yo tenía 15, desde  ahí yo supe que el Señor me quería indicar algo y me atreví a ir…”. “…Y en una de las charlas del encuentro sentí del Señor que me repetía todo el rato: Leire confía en mí, habla a la gente sobre mí. ¿De qué  tienes miedo? Y pensando en ello durante la conferencia decidí presentarle a Dios a mis amig@s y lo que El quisiera”. “Desde el primer momento nos acogieron muy bien (a María y a mí), como a sus hijas, en la casa de Lucas y Lilly donde nos hospedamos; nos dieron mucho cariño y me sentía como en casa…”.

 

Sergio: “El mensaje que más me llegó fue que jóvenes de otras partes del mundo con muchos menos medios y muchas más dificultades que nosotros fueron capaces de llevar a cabo actividades evangelísticas; lo pensaban y directamente lo hacían…” “Y después del encuentro lo que más me asombró fue la hospitalidad de los hermanos de la comunidad de CR y la gente que conocimos que era super abierta”.

 

Elías: “Este encuentro me hacía ver que  he cruzado la puerta, estoy viendo ya la Tierra Prometida que es esta comunidad pero que está en el mundo y ahí está la lucha y que tengo que seguir entregándome y que cada día me conquiste a mí mismo, venza mis batallas y conquiste mi corazón para luego conquistar el de otros jóvenes…”

 

Marcela: “Este encuentro para mí fue diferente, pude sentir al Señor muy de cerca, en los ratos de oración, de compartir, como en los talleres para matrimonios junto con Ireneo… yo personalmente iba sintiendo su Gracia, su Poder sobre mí”. “El Cruzar la Puerta para el Señor, como nos decía Lucas en una de sus enseñanzas, requiere un mandato a dejar familias, a hacer sacrificios por El, toda nuestra vida entregársela a El y dejarlo todo por El. No tener miedo a comprometernos, decirle sí cueste lo que cueste”. “Para los allí presentes el Señor nos decía: Has cruzado la puerta”.

 

Dory: “En el encuentro el ambiente fue extraordinario: alegría, amabilidad y servicio por parte de todos. Nosotros no íbamos a participar de la conferencia pero el Señor también quiso que en determinados momentos estuviéramos: eucaristía matinal, oración…”. “Me recordaba al Adelante”. “Y nuestros jóvenes tienen la alegría que nace de sentir que están para algo puestos por el Señor que es lo que les pide y es un reto que ellos tienen y se merecen nuestro agradecimiento y que también les tengamos presentes en nuestras oraciones.”. “Y en las casas donde se hospedaron los jóvenes después del encuentro tuvieron la oportunidad de compartir qué había supuesto la conferencia para ellos, qué les decía el Señor y lo hicieron con mucha seriedad y sinceridad y lo que quieren es anunciar a Jesús y tienen el deseo de ser discípulos de Jesús”.

 

Gerardo: “El éxito de la conferencia surge de una gran preparación de años y años y el evento salió redondo”. “Destacaría la alegría que emanaba de estos jóvenes en la oración, talleres, fiestas…”. “Y después vino la semana de vacaciones y lo bien que nos preparó Ruth todas las salidas para estar disfrutando de la hermandad”, “Fue muy especial e impactante el compartir de la familia de Andrés y Norma porque, como familia junto con sus hijos, decidieron irse a Africa, con una ONG de Canadá y sentimos que el Señor quiso que nos hospedáramos en su casa, que fuese nuestro hogar durante esos días. No dudo que el Señor me ha mostrado una familia de la que mi familia y yo tenemos mucho que aprender porque son un ejemplo en generosidad, en respeto, en servicio, en comprensión y en amor”. 

 

Gorka: “Ha sido un tiempo de preparación, tiempo de mucha ilusión con el deseo de que fueran muchos jóvenes de nuestras comunidades y que el Señor toque a estos jóvenes en estos acontecimientos de alto impacto y puedo dar fe, por sus testimonios, de que su conversión vino a raíz de una conferencia como esta, su deseo de hacer la Brecha, el Vem, su vocación y su llamado ser Siervos de la Palabra, hermanas Consagradas...”. “Yo he sentido de una forma muy personal en los momentos de oración la presencia del Señor, la obra que el Señor estaba haciendo en ese momento sobre la juventud”.