“Y llegó el día. Este año, cuatro matrimonios y la presencia de nuestro entrañable David, nos pusimos de celebración de los 41 y 50 años de vida matrimonial. Vaya por delante nuestro profundo agradecimiento a Jesusón, el “alma mater” del encuentro, que sabe aunar un amor infinito y el acierto de la programación.

Visitamos las cuevas del Soplao en Cantabria. ¡Qué maravilla! ¡Qué impresionantes! ¡Qué fuerza tiene la naturaleza cuando se la respeta y se la deja hacer su trabajo. Recomendamos encarecidamente esta visita porque es imposible no referenciarse a Dios, amén de admirar una maravilla de la Naturaleza.

Hemos tenido el privilegio de vivir los momentos fundamentales del  año Jubilar en Santo Toribio de Liébana. Toda la Comunidad ha estado presente en nuestra oración y en el beso al Lignum Crucis.

Potes, Comillas y S. Vicente de la Barquera han completado nuestro periplo turístico en esa cornisa cantábrica excepcional.

Una casa rural muy acogedora, testigo de una buena comida y un ambiente maravilloso, pusieron la guinda de nuestra celebración.

Como nos ha dicho un hermano: el agua y el frío del primer día son inferiores al calor de la amistad y fraternidad. ¡Qué bello es vivir los hermanos en unión!

Si Dios quiere ¡hasta el próximo año!”