Empezó la ceremonia con las palabras del Coordinador Mayor que nos invitó a experimentar la alegría y el agradecimiento a Dios por nuestro nuevo Coordinador Permanente. ¡Gloria al Señor! 

 

El cargo de Coordinador no se entiende, como cualquier otro cargo en la Comunidad, sin la referencia al servicio. Por ello es motivo de gran alegría y esperanza el saber que Dios provee para su Pueblo con un nuevo Coordinador que permanentemente debe tener en su genética la actitud de servicio del Señor, que por ello y para ello, estará unido a El por la oración y la Palabra, buscando su Sabiduría y guía específica para el servicio y que salvaguardará, con la ayuda del Señor, el orden, la visión y misión de la Comunidad y que estará, a diario, orando por todo el Pueblo. ¡Claro que todo esto es motivo de alegría y acción de gracias!

 

El aplauso tan generoso en el volumen y en el tiempo, fue como la confirmación, por parte del Pueblo, de que en Gorka sentíamos todo eso y nos gozábamos por ello. Si en el corazón de Gorka está el firme convencimiento de que él se debe al Pueblo, también es de lógica, que él sepa que cuenta con todos nosotros para llevar adelante su misión, día a día, y con todo aquello que la vida le depare. Para empezar, oremos por él todos los días. Será nuestro mejor regalo.