Como nos sucede todos los años, el campamento de niños fue único. Pero este campamento de 2014 fue un poco diferente de los demás ya que ha sido en Portugal.

 

Pudimos disfrutar de este campamento 25 personas, de los cuales 6 éramos de Vitoria, 2 de Madrid y los demás eran todos de Portugal. Fueron días increíbles, en una casa de monjas con unos terrenos enormes para poder jugar y así conocernos mejor. Tuvimos muchas actividades: disfrutamos de la playa en dos ocasiones, visitamos una cueva increíble en la que en el interior había una capilla preciosa, conocimos un castillo en ruinas en lo alto de una montaña…

 

Como cada año puedo decir que este campamento fue diferente de todos los demás, único e irrepetible. Una de las mejores experiencias es el poder disfrutar con los hermanos de Portugal y de Madrid, conocernos mejor y darnos cuenta de lo rico que es cuando podemos estar juntos  hermanos de comunidades diferentes.

 

Quiero dar gracias al Señor porque todos los años es El quién hace posible este campamento. Es una alegría ver cómo cada vez más niños pueden disfrutar de este tiempo y se quedan con ganas de volver a repetir esta experiencia.