El retiro del Ministerio de Música para mí, ha significado un nuevo compromiso con el Señor, conmigo misma y con toda la comunidad, este fin de semana que hemos pasado juntos todo el Ministerio no solo he aprendido de las enseñanzas, si no también el compartir fraterno entre hermanos, los desayunos, comidas y velada. Hasta ahora no había podido experimentar toda la riqueza que hay en aprender y conocer cosas prácticas e igual sobre el llamado personal que nos hace Dios a ser parte del Ministerio de Música en nuestras comunidades, me he sentido llamada a este servicio y al mismo tiempo a dar lo mejor de mí para él, a comprometerme a orar por mis hermanos del Ministerio de una forma diferente, a que mi relación con el Señor por medio de este servicio sea cada vez más cercana y de igual forma con todos los hermanos de mi comunidad. A entender que nuestro servicio por medio de la música pueda elevar a Dios honra y gloria, porque él se merece toda adoración, que así mismo el Señor nos siga utilizando de instrumentos para alegrar y gozarnos todos en nuestras asambleas. Todo esto lo hemos podido sentir y entender por medio de los ratos de oración compartidos en el retiro donde el Señor de una manera tan sutil se manifiesta y nos logra abrazar con su cariño y amor, así mismo el taller de canto inspirado que es otra manera de poder alabar a Dios y gozarnos con él. Gracias a todos mis hermanos miembros del Ministerio que de ellos brota tanta alegría, gozo y dones naturales que Dios les ha dado a través de la música para compartir con todos los demás.

Solo me resta decir “Digo Sí Señor” a tu llamado, a tu amor y a tu misión una vez más por medio de este servicio al cual me has llamado.

Dios les bendiga hermanos.